Seguramente, para muchos
esta pregunta les resultará extraña. ¿Afrodescendientes chilenos en las
Batallas de la Independencia?- ¿Cómo
puede ser eso, si de acuerdo a lo que nos enseñaron en el colegio, jamás se dijo tal cosa? Pues
sí, tal como se lee, en las diferentes batallas de la Independencia combatieron
varios centenares de “negros” chilenos, y no solamente eso, se distinguieron
como bravos soldados. Y ellos pelaron agrupados en un Cuerpo especial denominado
“Batallón Infantes de la Patria”.
Este Batallón, tuvo su
origen en tiempos coloniales, cuando a mediados del Siglo XVIII, el Gobernador
de Chile dispuso formar una guardia de milicianos voluntarios, cuerpo que tomó
el nombre de “Batallón de Pardos”, con el objeto de vigilar las calles y
proteger el comercio, algo así como los llamados “serenos”. Esta milicia se
formó exclusivamente con afrochilenos mestizos, que eran civiles que se desempeñaban en labores de comercio y
artesanía, como zapateros, barberos, sastres y similares. Para estos
ciudadanos, hombres libres afrodescendientes, era una forma de subir en la
cerrada jerarquía social de aquellos tiempos, aunque tuvieran que costearse en
forma personal su equipo y armamento. La oficialidad fue al comienzo de
ciudadanos españoles de las llamadas familias patricias, pero con el tiempo
fueron comandados igualmente por oficialidad afrochilena. Y además de su trabajo normal de guardias cívicos,
empezaron a reemplazar a los soldados de línea, cuando por alguna emergencia,
éstos debían de salir de Santiago, trabajo que desempeñaron en muchas ocasiones.
Con la llegada de los aires
de la Independencia, este Batallón pasó a denominarse “Batallón Infantes de la Patria” y luchó
bravamente en muchos de los combates y batallas, bajo las órdenes
principalmente de José Miguel Carrera. En 1813, el Gobierno oficializa la
disposición del cambio de nombres:
Teniendo en consideración
el Gobierno que la verdadera distinción de los ciudadanos, sólo deben formarla
el mérito y las virtudes; que el batallón denominado de Pardos ha dado y está
dando las más heroicas pruebas de su amor a la Patria, y del generoso
entusiasmo y esfuerzos con que se halla dispuesto a sostener la causa de
nuestra libertad, y finalmente que la Patria no debe permitir que ciudadanos
tan nobles se distingan con título alguno que suponga diferencia entre ellos y
los demás cuerpos del Estado, ha venido en decretar:
1. ° El nombre de batallón
de Pardos queda para siempre abolido en el territorio de Chile. Los militares
se emplean todos en la defensa de la Patria, y ella sin distinguir de condición
los aprecia igualmente, no teniendo consideración sino a sus virtudes.
2. ° El batallón que hasta
ahora se ha conocido con este título, se denominará en adelante batallón de
Infantes de la Patria.
3. ° .Este decreto se
circulará, y hará notorio a todos los jefes y cuerpos militares; se publicará
por la plaza y se imprimirá.
Dado en la sala de
Gobierno de Santiago de Chile, a 25
de Abril de 1813. - Francisco Antonio Pérez - .José Miguel Infante - .Agustín
de Eyzaguirre - .Mariano Egaña, secretario.
Después del desastre de Cancha Rayada, le
correspondió proteger junto con otras tropas la emigración de patriotas a
Mendoza, donde los sobrevivientes del
Batallón entregaron su pabellón de
combate a las autoridades. Integrados posteriormente en los cuerpos del
Ejército de Los Andes, al mando de San Martín, tomaron parte en las Batallas de
Chacabuco y de Maipú. También en ese ejército combatieron los Afroargentinos,
formados en dos batallones, el 7º y el 8º al mando de sus jefes, Conde y Cramer.
José Romero
un héroe afrochileno en la Independencia.
Romero había nacido en 1794, era hijo
de un blanco de la clase alta con una mujer negra. En 1807 ingresó al Batallón
Infantes de la Patria, como “tambor”. Se quedó definitivamente en el Ejército
después del Cabildo Abierto de 1810.
En 1813, sale bajo las órdenes de
Carrera, a la lucha contra el español General Pareja, que cuenta con numerosas
tropas y el apoyo de los habitantes de Chiloé, a los que les ha prometido una
campaña rápida y un buen botín de guerra para que se enrolaran en su
bando. Años más tarde Romero dijo del General Carrera: “nos entusiasmaba con el
fuego de su palabra y con su energía de capitán””
El bautismo de fuego le llega a
Romero en el Combate de San Carlos, el día 15 de Mayo. Allí se comportó con
bravura, “mirando con serenidad el peligro” según las palabras de Carrera. Tras
esa primera acción, vinieron muchas más: el sitio de Talcahuano, la captura de
la fragata española Santo Domingo de Guzmán, donde fue el primero en
abordarla; Se distingue después en el Sitio de Chillán, con un arrojo
increíble al penetrar en la ciudad con siete soldados. Más adelante pelea en el
Combate de El Roble. Después de la
Batalla de Chacabuco, Romero se reintegra al
Ejército Patriota, con el grado de Teniente
Segundo. Participa en la recuperación de Concepción y asciende
a Teniente Primero. Después viene el combate decisivo: Maipú. En ese encuentro
entre realistas y patriotas participa activamente el Batallón “Infantes de la Patria”. El
historiador Vicuña Mackenna se refiere a este Batallón
con las siguientes palabras: “Este Batallón….se cubrió de gloria con aquella maniobra salvadora” en
relación a la actuación de los Infantes en el ataque.
Durante su vida civil se destacó por sus obras benéficas y filantrópicas, por lo cual fue muy querido por la gente y muy lamentada la
noticia de su fallecimiento, ocurrido cuando contaba con 64 años de edad, el 28
de Marzo de 1858.
que buen reporte !
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