Uno de los casos más vergonzosos para la humanidad, fue el sistema de discriminación racial implantado en Sudáfrica, por la minoría blanca, como un medio de mantener en forma perpetua el control sobre el país.
Este sistema fue conocido con el nombre de “apartheid” cuyo significado, según los blancos, consistía en propiciar un “desarrollo separado” para las personas según su origen racial.
El sistema jurídico elaborado por los racistas consideraba a los “negros” como ciudadanos extranjeros y no sudafricanos, sino pertenecientes a territorios denominados bantustanes, por lo cual eran vistos como transeúntes.
Para implementar esta armazón legal, se dividió a las personas en cuatro categorías: blancos; que eran los descendientes de holandeses y británicos, asentados en Sudáfrica, desde la colonización. A ellos se les consideraba sudafricanos. Negros: Personas de los bantustanes. Mulatos; Mezcla de europeos con negros u otras razas; indios: Personas descendientes de inmigrantes de la India y Pakistán.
Como la mayoría de la población estaba formada por los negros, se ideó todo un sistema práctico para evitar que estas personas fueran preponderantes en la vida ciudadana:
Se dispuso que en ciertos distritos de las ciudades, solamente podían ser propietarios personas blancas; se segregó el trasporte público uno para blancos y otros para los demás; las escuelas eran totalmente separadas así como los hospitales, los destinados a los blancos estaban al nivel de país desarrollado, para los negros, los establecimientos eran pobres y mal equipados. Para que un negro pudiera entrar a un sector blanco, debía portar un pase. Las playas, parques públicos igualmente estaban separados según las razas. Los negros no podían votar, salvo en pequeñas instituciones de sus etnias.
Contra estas aberrantes disposiciones se alzó el pueblo negro de Sudáfrica, encabezado principalmente por el Partido Congreso Nacional Africano, quien dio la lucha en contra del racista sistema de apartheid. En esta lucha que duró años, y que fue constantemente reprimida incluso con matanzas como las de Sowetho, donde fueron asesinados más de 500 escolares.
Al frente y como líder indiscutido estuvo siempre NELSON MANDELA, abogado, nacido el 18 de Julio de 1918, de la etnia xhosa. Desde los tiempos de estudiante se destacó como dirigente, soportando la constante represión de las autoridades. En 1967 fue acusado de terrorista y de traidor, siendo condenado a cadena perpetua, en una prisión de condiciones precarias. A lo largo del tiempo, la lucha del Congreso Nacional Africano se intensificó, siendo también cada vez mayor el repudio de la comunidad internacional al sistema racista, que llevó a Sudáfrica a un aislamiento internacional.
Como resultado de estos hechos, el nuevo Gobierno blanco de Sudáfrica, consciente de que era imposible mantener un sistema antihumano, tuvo que negociar con Mandela, poniéndolo en libertad después de 27 años de prisión.
En 1994 Nelson Mandela accedió a la Presidencia de la República, en elecciones democráticas ocupando el cargo hasta 1999.
Las Naciones Unidas han rendido un homenaje al gran líder, verdadero ejemplo de persona consciente, quien a pesar de haber sufrido tantos años de represión, injusticia y violencia se ha destacado por un mensaje de paz y de reconciliación, lo que ha permitido a Sudáfrica, vivir en paz estos 17 años.
Desde nuestra lejanía, deseamos rendir un sincero homenaje al “Tata Madiba” ejemplo de ser humano y de líder no solo de su pueblo, sino de toda la Humanidad.
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