miércoles, 12 de octubre de 2011

EL 15 DE OCTUBRE,SE CUMPLEN 200 AÑOS DE LA PROMULGACION DE LA “LIBERTAD DE VIENTRES” PRIMERA MEDIDA ANTIESCLAVISTA EN CHILE


Por Marta Salgado H.y Dino Toledo R.



En 1813, la Junta de Gobierno de la naciente República de Chile, aun cuando su autoridad no estaba asentada en todo el territorio, ordenó practicar un Censo de Población, instrumento que abarcó al país desde la Provincia de Copiapó por el Norte hasta la de Talca por el Sur. En las de más al Sur, no se levantó la encuesta debido a que no se ejercía la autoridad republicana, y por alguna razón no explicada, tampoco se hizo en Santiago. De los datos de ese Censo, se desprende que la población considerada fue en total de unas 295.000 habitantes.

En ese Censo se consideró a las personas en las siguientes categorías: españoles europeos; españoles americanos; españoles asiáticos, canarios y africanos y Extranjeros. Estas denominaciones se usaron para censar a las personas llamadas “blancas”. Para el resto de la población, se ocupó el término de “castas” y se componían éstas de: indios, Mestizos, Negros y Mulatos. No se consideró el término “chilenos” ya que eran denominados “españoles americanos”. De los resultados se determinó que en el territorio ya mencionado los “Negros y Mulatos” eran 22.661 de los cuales eran Esclavos 3.563. Esta cantidad de personas representaba un 7,6% del total. Hay que resaltar nuevamente que no se consideró a Santiago, la Provincia más poblada e importante, donde con seguridad la cantidad de afrodescendientes debe de haber sido mayor, por cuanto la mayoría de ellos servían como criados, cocheros, amas de niños, cocineras y otras labores relacionadas con el servicio a las casas de los “patricios” santiaguinos, es decir la aristocracia de la época, y con seguridad en la de algún rico comerciante perteneciente a la burguesía no aristocrática.

El Historiador Guillermo Feliù Cruz, cifra la población afrodescendiente de la época, en menos personas, él dice que serían alrededor de diez a doce mil, de las cuales la mitad eran esclavos. Contrasta esta cantidad, de la cual no da su fuente precisa, con el Censo antes nombrado.

Como sea, es incontestable que en el naciente Chile Republicano había afrodescendientes, muchos de los cuales eran personas libres, llamados “pardos”. Fue muy importante su número, y aun cuando les estaban vedados los puestos públicos, servían en muchas otras actividades necesarias para la población. En la Colonia, formaron el “Batallón de Pardos” policía que protegía el comercio de la ciudad, y comandado por importantes ciudadanos. En la Independencia formaron el batallón “Infantes de la Patria” que luchó valerosamente en la Batalla de Maipù.

Fue don Manuel de Salas Corbalán, ilustre estadista, abogado y abolicionista, hombre formado bajo los aleros de la ilustración y discípulo intelectual del precursor venezolano Francisco de Miranda, quien impulsó en el Congreso de la incipiente República, que se tratara acerca de la abolición de la esclavitud. El primer paso fue la llamada “Libertad de vientres”, cuyo proyecto decía:

“Prohibir la introducción de nuevos esclavos al país; declarar libres a todos aquellos que, en tránsito para otras naciones, permanezcan seis meses en Chile, y a los hijos de los actuales esclavos, que nazcan en adelante, aun cuando sus padres salgan del país; y recomendar buen trato para los esclavos que residan en Chile.”

Ese mismo día, en la Sesión correspondiente, entre otras consideraciones relativas a los esclavos, se expresaba:

“Para evitar los fraudes de la codicia, que no se prive de este beneficio a las madres que sean vendidas para fuera del país, se declararon igualmente libres sus vientres, y que deban serlo, por consiguiente sus productos en cualquiera parte, y que así se anote por cláusula forzosa en las escrituras que se otorguen y en los países de las aduanas a cuyo fin se harán entender a los escribanos y administradores. “

El 15 de Octubre de 1811 la Junta Ejecutiva de Gobierno, sancionó el proyecto aprobado por el Congreso, sin introducirle modificaciones, y promulgó por bando la Ley de Libertad de Vientres.

De esta forma, se dio el primer paso para abolir la esclavitud en Chile, considerada por Manuel de Salas, como un “deshonor para la humanidad”. Esta medida fue pensada para evitar que el hijo de una esclavizada fuera parte del patrimonio del amo, como hasta ese momento se consideraba.

Es cierto que la Ley aprobada por el Congreso y promulgada por el Gobierno, no significaba el término de la esclavitud en Chile, sino la libertad de los hijos que nacieran de ese momento en adelante. Dejaba, sin embargo en la esclavitud a sus madres, algo que parecía bastante reprobable; pero la presión que ejercían los dueños de esclavos, pertenecientes a la clase aristocrática, era formidable: sostenían que privarles de su “propiedad” sin pagarles una indemnización constituía una expropiación de un bien que habían adquirido por cierta cantidad de dinero. La otra consideración que pesó en el ánimo de los legisladores fue que los esclavos liberados en su totalidad de un día para otro, iban a constituir una masa de personas que, lejos de sus amos, no tendrían manera de sustentarse, ya que se veían privados de sus oficios y de la manutención que les proporcionaba el dueño. Algunas manumisiones fueron practicadas por algunas personas de relieve, pero fueron las excepciones; la mayor parte de los dueños, afecto al partido realista, buscaron diversas formas de evadir las disposiciones, y en sus argumentos citaban las opiniones de la Iglesia Católica, en la voz del Papa, que justificaba la esclavitud, además de los pretextos que los esclavos eran necesarios para la agricultura. También sostenían que el Gobierno deseaba que los esclavos se unieran al bando patriota, y citaban varios casos de ellos que ofrecían sus vidas para luchar por la causa, a condición de terminar su esclavitud, lo que el partido realista consideraba una sedición.

No fue sino hasta el 24 de Julio de 1823, doce años después de decretada la Libertad de Vientres, que el Gobierno de Ramón Freire, presionado por el Senado, y después de arduas discusiones, promulgó el cuerpo legal que abolió definitivamente la esclavitud en Chile. En el Perú, sin embargo, no fue proclamada la abolición hasta el año 1854, bajo la Presidencia del Mariscal Castilla, por lo cual, en lo que respecta a Arica, entonces parte de ese país, los esclavos permanecieron en esa condición hasta el año indicado.

Es un hecho histórico irrebatible que, en Chile había afrodescendientes al nacer la República; así lo prueba la Libertad de vientres y la abolición definitiva, medida que no hubiera sido necesaria de no existir personas de la etnia en el país, y que queda demostrada en forma fehaciente en los documentos y en las discusiones y argumentos del Congreso de la época, en las reclamaciones de los amos, en las presentaciones de los mismos esclavizados. Sin embargo, en el día de hoy, el Gobierno y el Estado Chileno, a través de sus funcionarios como el Instituto Nacional de Estadística, se niegan a aceptar la realidad histórica, y pretenden calificar a los afrodescendientes como “inmigrantes” o “focalizados en el norte del país.”. La discriminación en pleno Siglo XXI aún no termina.



Fuentes: La Abolición de la Esclavitud en Chile. Gmo.Feliù Cruz.

Censo de 1813.

Conocimiento desde adentro:Legado Afro en Chile. Marta Salgado H.

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